jueves, 19 de enero de 2012

Años 80: crisis y aparición milagrosa.

En los años 80 todo lo viejo parece desmoronarse: en lo político, el Estado de Bienestar, cuya acta de defunción se firmó en 1973, tras la crisis del petróleo. En lo económico, la inspiración social del capitalismo keynesiano pierde adeptos en la cúspide. En lo cultural, el postmodernismo relativista "niega las verdades constituidas" y el individuo se rebela estéticamente, dejando a un lado los repertorios reivindicativos tradicionales.

Es la era del New Wave y del Glam Rock, el tiempo de los peinados de colores, las baterías pregrabadas y el sintetizador. Las discotecas sustituyen a los Pubs.

Y una figura aparece como un "rara avis" entre este magma de "modernos": para muchos, la razón por la que el Blues resurgió de sus cenizas económica y mediáticamente hablando.

Stevie Ray Vaughan nace en el Estado de Texas en 1954, fijando desde muy chico su atención en el poso de Albert King y en la insultante creatividad de Hendrix. 
Hermano de Jimmi Vaughan, guitarrista de los Fabulous Thunderbirds, colabora como músico de sesión con artistas de la talla de David Bowie (en el disco "Lets Dance"); es precisamente el músico inglés el encargado de poner en marcha la carrera discográfica del tejano. Jackson Browne y John Hammond son los otros componentes de esta trinidad de padrinos obsesionados por el sonido que Vaughan es capaz de producir.

En 1983, acompañado del duo percusivo formado por Tommy Shannon y Chris Layton (bajista y batería respectivamente, habían colaborado con leyendas como Johnny Winter) edita su primer disco, "Texas Flood", imprescindible muestra de virtuosismo, vigor y energía en la interpretación de Blues de Texas y Chicago. Valiéndose de un gran trabajo de producción, prosigue su camino triunfal en 1983 con "Couldn´t stand the weather", donde ya se muestra más liberado de las ataduras a las que todo buen bluesman se ve obligado (por aquello de no faltar al respeto).




"Stevie Ray and Double Trouble" interpretando "Mary Had a little lamb" (Buddy Guy) en la mítica grabación del Mogambo, 1983.


Pero su gran aportación compositiva y creativa data de 1989, cuando publica "In step", disco menos reconocido que los anteriores  por una crítica especializada siempre temerosa de los aventureros. Stevie se muestra como artista genuino e inigualable: para algunos, el mayor virtuoso que ha golpeado las seis cuerdas.



Stevie Ray and Double Trouble (con el apoyo de Reese Wynans en los teclados), tocando "Crossfire" (corte del álbum "In Step"), en Austin, Texas (ca. 1989)


Su desgraciada muerte, como la de tantos otros del gremio, da pie a pensar en la naturaleza diabólica de este canto a la vida con mayúsculas que es el Blues.

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